Tenía unos 11 años cuando de mi querida Lagunilla, Jutiapa venía a la capital a pasar la navidad junto con mi hermana y sobrin@s, recuerdo que nos divertíamos desarmando ametralladadoras y guardando el montón de cohetillos en bolsas plásticas que luego amarrábamos al cincho del pantalón para luego hacerlos explotar. Era divertido hasta que en una de esas ocasiones, una chispa cayó sobre mis cohetillos provocando una terrible explosión, me llevé el susto de mi vida, como pude rompí la bolsa librándome de una grave quemadura o algo peor.
Con el tiempo entendí que eso de quemar cohetillos y juegos pirotécnicos para cualquier ocasión, no es más que "quemar el dinero", ahora más que nunca no le encuentro sentido y me revientan los tímpanos al escuchar el estruendo de los cohetillos, ya sea por las madrugadas cuando de pronto tu vecino te despierta con tremendo escándalo, todo porque alguien de su familia cumple años y se debe enterar el resto de la cuadra, o para estas fiestas de navidad y fin de año. Aparte, es preciso mencionar que la quema de cohetillos y juegos pirotécnicos, también contribuye a la contaminación de nuestro medio ambiente.
Otro aspecto lamentable que sucede la noche del 24 y el 31 de diciembre, es que en muchos lugares de nuestro país, hay gente que en verdad cree que ya vivimos en una jungla y aprovechándose de la cohetería, sacan sus pistolas, escopetas, fusiles, AK's 47 o el arma que tengan al alcance, para realizar disparos "al aire". Lo anterior resulta terrible cuando por una de esas balas "perdidas", suceden tragedias como la que describe elPeriódico del 30 de diciembre 2009 (http://www.elperiodico.com.gt/es/20091230/pais/130321).
Brevemente, porque seguro usted leerá la noticia, le cuento que una mujer que celebraba la navidad con su familia la noche del 24, como era su costumbre, salió a la calle a dar el abrazo a las 12 de la noche, cuando de pronto, una bala "perdida" que alguien seguramente disparó al aire, impactó en su cabeza lo que hizo que cayera fulminada, fue trasladada a un centro asistencial de emergencia donde murió horas después...
Que sirva lo anterior para reflexionar, primero sobre la estupidez de hacer escándalo con cohetes en forma masiva, y segundo, sobre lo peligroso que resulta disparar al aire. Por cierto, sería bueno que las autoridades competentes realizaran previo a estas fiestas una campaña de reflexión en los medios de comunicación sobre lo peligroso que resulta esta práctica que me atrevo a decir, solo sucede en países como Guatemala. Insisto, las armas debieran estar en manos de la policía y el ejército PUNTO.
Feliz año 2010
Pd. Porqué será que cuando se habla de realizar una campaña de despistolización en el país, no faltan quienes inmediatamente ponen el grito en el cielo?