Lo que sigue es una noticia que me llegó a mi correo electrònico, la mandò mi compañero Josè Manuel López Rivera, Productor de un par de programas en Guatevisión y por cierto, alguien que cada vez vuela más alto, sin despegar los pies de la tierra, como debe ser porque uno no sabe en qué momento aterriza, y lo peor del caso; es que puede ser un "aterrizaje forzoso".
Sigo tratando de hacerlo reflexionar con lo dramàtico que se està tornando el calentamiento global y sus efectos. La nota habla sobre los problemas recientes en Brasil, Perù y México, yo agregaría las variaciones radicales con el clima en el paìs. Es momento de actuar y hacer algo para contrarrestar en mìnima parte aunque sea, los efectos del Cambio Climàtico.
Sao Paulo, Brasil - Ventiscas en Estados Unidos, una ola de calor en Brasil, inundaciones mortales en México, sequía en Ecuador: las anomalías climáticas que se sienten estos días en el continente americano se deben a El Niño.
El fenómeno climático, que suele perturbar cada dos a siete años los sistemas atmosféricos de América, ha creado tormentas en todo el continente que desembocaron en situaciones de emergencia en varios lugares.
Los habitantes de Nueva York y Washington fueron tapados bajo aluviones de nieve que obligaron a cerrar las escuelas, las oficinas del gobierno federal y la sede de la ONU. Los vuelos hacia Nueva York también sufrieron disturbios.
Al mismo tiempo, a miles de kilómetros de allí, Río de Janeiro sudaba bajo su peor ola de calor en 50 años, con temperaturas superiores a las del desierto del Sahara, según los servicios meteorológicos brasileños.
El pasado martes, ninguna parte del planeta superó los 46.3 grados Celsius registrados en Río, salvo Ada, una ciudad situada en el este de Ghana donde se registró una temperatura dos grados más alta, según datos de la Organización Mundial de Meteorología.
En Santos (sur de Brasil), 32 ancianos fallecieron entre el lunes y el martes por el calor, indicó el servicio municipal de salud. Al mismo tiempo, inundaciones mortales ocurrieron en otras regiones del continente.
Las lluvias que llevan dos meses cayendo en el estado brasileño de Sao Paulo, cerca de Río de Janeiro, ya mataron a más de 70 personas. En México, donde inesperadas lluvias cayeron en la mitad oeste del país, 42 cadáveres fueron sacados de casas afectadas por inundaciones. La saturación temporaria del sistema de canalizaciones de la capital mexicana y el desborde de aguas residuales condujeron a las autoridades a tomar medidas de emergencia. Otras 10 personas murieron en Bolivia, donde un diluvio afectó a 22 mil familias y dañó grandes extensiones de campo.
En Perú, las autoridades tuvieron que enfrentar graves inundaciones que aislaron sus famosas ruinas incaicas de Machu Picchu, obligando a evacuar por aire a 2.200 turistas bloqueados el mes pasado.
En Argentina, el estado de emergencia fue declarado en Buenos Aires por temor a que el río Parana se desbordara. En Ecuador, al contrario, el problema fue la falta de agua, no el exceso, con la peor sequía en este país andino desde hace 40 años. Semejantes bajos niveles de agua en la principal planta hidroeléctrica de Venezuela obligaron al gobierno de Caracas a declarar la “emergencia eléctrica” el lunes. El centro de estudios climáticos y previsión meteorológica de Brasil anunció que El Niño seguiría afectando a Venezuela hasta fines de marzo, manteniendo condiciones climáticas muy secas en el norte del país.