miércoles, 5 de mayo de 2010

¡Hasta Cuando! Maldita violencia

No quisiera abordar el tema de la violencia en nuestro país, porque para eso abundan medios amarillistas, tanto radiales, televisivos como escritos (usted ya los indentifica seguramente). Lamentablemente no se puede obviar el tema con las cosas que están pasando, ahora no solo en la capital guatemalteca, también en el interior del país. A nuestras costumbres, hay que añadir una nueva, el sonido de las ambulancias de bomberos a cualquier hora y cualquier día. 

No hay familia en este país que no viva en carne propia las secuelas de la violencia, esta vez el turno fue para una de mis cuñadas (esposa de mi hermano), quien sufre por el cobarde asesinato de su hermano. Según me cuentan, el hecho sucedió el pasado lunes en el municipio de Barberena, en el Departamento de Santa Rosa cuando la víctima conducía un microbus de su propiedad, al parecer, fue un ataque directo. Para variar, las autoridades investigan el origen del mismo y "están buscando a los asesinos".

Hechos como este siguen dándose en cualquier parte del país y no hay forma de contrarrestarlos, se reconoce el esfuerzo de las autoridades de gobernación por frenar los mismos, pero lamentablemente el crimen organizado y no organizado, supera en la actualidad el poder de la Policìa Nacional Civil, que lamentablemente, y no es excusa barata, fue desquebrajada por las anteriores autoridades de los últimos dos gobiernos, habría que sumar a esto la corrupción que sigue campeante en la institución y permite que buenos agentes se corrompan.

Como no se trata de criticar por criticar, sigo insistiendo en que solo una verdadera camapaña de despistolización, aunada a verdaderos programas de desarrollo integral (salud, educación, vivienda y empleo) para los guatemaltecos, especialmente para los más pobres, hará que las cosas en el país mejoren en cuanto a seguridad. En vez de construir más cárceles, hay que hacer más escuelas, contratar y pagarles bien a los maestros, por ej.

El problema radica en que para algunos pocos, que lamentablemente son los que toman las decisiones importantes, no es conveniente que la población tenga mejores condiciones de vida, mucho menos que se realice la tan ansiada despistolización, para ellos las armas y las balas se han convertido en el negocio de sus vidas. Para comprobar lo anterior, vaya a cualquier pueblo, especialmente del oriente del país, verá que no le costará encontrar una venta de armas y municiones, luego pregunte o investigue quién es el dueño...

Por el bien de todos los guatemaltecos, ojalá y las cosas realmente mejoren en materia de seguridad, pero mientras no se ataque el problema, insisto, en forma integral, no veo por donde la cosa mejore. Mi más sentido pésame a mi hermano, a mi cuñada y toda su familia en Barbererna Santa Rosa, especialmente a la esposa de Filiberto De la Rosa, a quien conocí en mis tiempos de practicante de magisterio en el Cantón Utzumazate de dicho municipio.

Pd. Porqué en Guatemala (capital), los reporteros de las radios noticiosas, a excepción de unos pocos que han hecho de esa labor su modus vivendi... no tardan mucho tiempo en dichas empresas?








1 comentario:

Javi dijo...

Será por el pago, respuesta a tu P.D. o porque los medios escritos ponen el interés en sus publicaciones y los contratan.